BMW X7, todo un buque insignia
Lo de los SUV en en la industria del automóvil ya no puede considerarse una moda pasajera. Han llegado para quedarse, y en plazas como Estados Unidos o el mercado asiático, tienen claro que el tamaño es lo más importante. Por eso BMW se ha decidido a presentar una apuesta con un claro toque deportivo en un segmento donde los reyes son los lujosos Rolls Royce Cullinan y Bentley Bentayga.
No debemos olvidar que la marca del Espíritu del Éxtasis (Rolls) pertenece al Grupo BMW, por lo que no es una locura aventurar que el súper lujoso Cullinan tendrá muchos puntos en común con su primo el de Bavaria.
El BMW más grande de la historia trae de serie toda la dotación tecnológica que podamos imaginar. Desde los faros LED con tecnología Laserlight (capaces de ofrecer un alcance de 600 metros) a dos pantallas de 12’3 pulgadas cada una, con toda la información que necesites, y uno de los equipos de infoentretenimiento más completos que existen hoy en día.
Sin olvidar que nos encontramos ante un monstruoso todocamino de más de 5 metros de largo (5’17, para ser exactos), dos metros de ancho y 1’80 de altura, no impide que las tres filas de asientos y sus siete plazas nos sorprendan. De hecho, la fila central (que puede constar de dos asientos individuales, reduciendo la capacidad interior a seis plazas; o ser un banco corrido) puede desplazarse longitudinalmente casi 15 centímetros, ofreciendo un espacio para las piernas digno de la primera clase más lujosa. A la hora de emprender un viaje por carretera, tampoco tendremos que preocuparnos del espacio para cargar equipaje. Con todos los asientos en su lugar, nos encontramos con una capacidad más que apreciable de 365 litros, mientras que si lo dejamos en la configuración cinco plazas, aumenta a unos enormes 750 litros. Eso sí, si en algún momento hay que cargar un mueble voluminoso, podemos abatir las dos filas de asientos y el X7 nos ofrecerá una capacidad de carga de 2.120 litros. Desde luego, el mueble ha de ser voluminoso…
Una de las cosas que más llama la atención en este X7 es el “controvertido” pomo del cambio ya conocido en los X5 y en el Gran Turismo Serie 8. Está realizado con cristales de Swarovski, y a algunos les encanta y a otros les horripila, pero no deja indiferente. No seremos nosotros los que demos aquí una opinión. Para gustos, colores, y el coche es mucho más que un pomo de cambio.
Supongo que, si ha llegado hasta aquí, estará interesado en conocer las motorizaciones de este devorador del asfalto. Pues bien, llega al mercado con tres combinaciones posibles de motor, dos diésel y uno de gasolina. Desde luego no es un automóvil para preocuparse por circular en el centro de las ciudades. Para esto recomendamos un coche de un tamaño digamos… menor.
La mecánica de acceso la equipa el xDrive30d, con 265 CV y 620 Nm de par motor. Consume tan sólo 6,5 litros a los 100 kilómetros y en siete segundos alcanza desde cero, los cien kilómetros por hora
La versión de gasolina, el xDrive40i, equipa el mismo motor que el deportivo Z4, con 340 CV de potencia y 450 Nm de par. La aceleración sube, de cero a cien en 6,1 segundos; y el consumo, obviamente, también: 8,7 litros a los 100 kilómetros.
El tope de gama es el apabullante M50d, con nada menos que 400 CV, 760 Nm de par y tardando 5’4 segundos en pasar de cero a cien. Cifras de súper deportivo. Con un consumo sorprendente para pesar dos toneladas y media: Solamente siete litros.
¿Precios?
Desde los 98.950 euros de la versión de entrada (xDrive30d) a los 124.000 euros del tope de gama (M50d). El punto medio lo encontramos en los 99.950 euros del XDrive40i.
¿Con cuál se queda?