Laurent Ferrier Grand Sport Tourbillon
Una de nuestras marcas favoritas de relojería independiente, Laurent Ferrier, acaba de presentar un nuevo reloj mucho más deportivo que los modelos anteriores, el Grand Sport Tourbillon.
Laurent Ferrier, antes de dedicarse profesionalmente a la relojería, entre 1974 y 1985, fue piloto de competición, participando en carreras en circuitos legendarios como Le Mans, Mugello, Spa o Nurburgring, entre otros. En Le Mans participó hasta en 7 ocasiones, quedando primero en la categoría de prototipos de 2 litros en 1977. Además, en 1979, copilotando con François Servarin y François Trisconi acabaron terceros en la clasificación general a los mandos de un Porsche 935T del famoso equipo Kremer.
Años más tarde la pasión de Ferrier y Serverin por la mecánica les hizo unirse de nuevo para crear la marca relojera que lleva el nombre del primero. Su amor por el motorsport y la relojería se han visto reflejados en su última creación que acaba de presentar y que pretende ser un homenaje al inicio de su amistad y sus aventuras en la competición.
Este nuevo reloj ha sido presentado con una triple celebración, homenaje a los 40 años que han pasado desde su gran éxito en Le Mans y además como 10º aniversario de la creación de la marca y de su primer tourbillon.
Este nuevo modelo que, me recuerda bastante a una mezcla entre el Piaget Polo y los Patek Philippe Nautilus/Aquanaut, se presenta con una caja de 44 milímetros realizada enteramente en acero y hermética hasta 100 metros, con un bisel en forma de cojín sobre una carrura de tipo “tonneau” y bordes redondeados, muy en su línea de diseño. El reloj ha sido diseñado con la idea de ser muy confortable en la muñeca en todo momento.
Laurent Ferrier siempre ha sido un amante del trabajo de Abraham-Louis Breguet y de su más famosa creación relojera, el Tourbillon, que neutraliza los efectos del campos magnéticos de la Tierra sobre el mecanismo relojero mientras está en posición vertical. Ferrier lo ha mejorado desarrollando su propio mecanismo de escape para incrementar la precisión del mismo que ha sido certificado oficialmente por el Observatorio de Besançon.
El calibre, LF 619.01, totalmente desarrollado por Ferrier de cuerda manual y terminado en color rutenio, late a 21.600 alternancias/hora y ofrece una reserva de marcha máxima de 80 horas. Es visible a través del cristal de zafiro de la parte posterior y ofrece horas y minutos centrales con pequeño segundero a las 6 horas.
Su esfera es de un precioso color tabaco degradado, con índices en forma de gota en oro blanco con superluminova naranja y agujas de horas y minutos de tipo “Assegai” y bastón para la de los segundos.
Se presenta con una bonita correa en caucho marrón muy confortable en la muñeca con cierre desplegable. Además, dispone de una caja especial con una placa conmemorativa.
Es una edición limitada a 12 piezas con un precio en torno a 150.000 euros.