Oris Big Crown Propilot X
La firma relojera de Holstein ha presentado quizá el reloj más avanzado y arriesgado dentro de su colección, el Big Crown Propilot X. Un reloj de piloto pero que se aparta de la estética tradicional de los relojes relacionados con la aviación al tener su esfera totalmente esqueletada.
Un diseño moderno que se diferencia claramente del resto de sus colecciones en las que destaca ese toque vintage del que suelen hacer uso en muchos de sus modelos.
Para poder descubrir la importancia de este nuevo modelo y, sobre todo, de su Calibre 115, por cierto desarrollado por el maestro relojero Ramón Gil, cuya entrevista hablando de este modelo, podéis escuchar en nuestra sección de radio, tenemos que irnos al Calibre 110, el primero desarrollado por Ramón y que era el primer movimiento desarrollado íntegramente por Oris desde hacía 35 años. El desarrollo de este calibre tan especial ha llevado al equipo de relojeros de Oris casi 10 años de intenso trabajo.
Para Big Crown ProPilot X Calibre 115, los relojeros Oris tomaron el espíritu del Calibre 110 e idearon un movimiento completamente esqueleto. Tradicionalmente, la técnica del esqueletado abría una ventana al talento del relojero, pero este movimiento tenía ambiciones más altas.
Este modelo debía volver a conectar a las personas con el funcionamiento de las cosas y así, nada se esconde, incluso el barrilete está esqueletado, de modo que se pueda observar como el muelle real va cargando a medida que se acciona la corona para ofrecer 10 días de energía ininterrumpida. Este sistema de espiral más larga garantiza además una amplitud más estable durante todo ese tiempo. Por cierto, para que os hagáis una idea este muelle tiene una longitud superior a los 1,5 metros.
El calibre 115 es un movimiento de carga manual, que late a 21.600 alternancias/hora, operado por la única corona del reloj. Cuando está completamente cargado, el movimiento ofrece 10 días de energía. Esta gran reserva de marcha de 240 horas está alimentada por un resorte en espiral en un solo barrilete de gran tamaño, visible a las 12 horas. La reserva de marcha se observa a través de una indicación no lineal desarrollada y patentada por Oris, a las 3 horas, que muestra la energía restante con creciente precisión, a medida que se acerca el momento de dar cuerda al reloj.
Su caja es de 44 milímetros, un tamaño bastante generoso, pero que al estar realizada en titanio tiene un peso muy reducido por lo que es cómodo y fácil de llevar incluso en muñecas pequeñas. Es hermética hasta 100 metros. La corona atornillada, realizada en el mismo material, dispone de protectores integrados en la caja y tiene un diseño estriado que hace juego con el bisel del reloj y que se asemeja a los alabes de las turbinas de los aviones.
En su esfera, totalmente esqueletada, podemos apreciar agujas centrales de horas y minutos con tratamiento de Superluminova BG W9, pequeño segundero a las 7:30 h e indicación de la reserva de marcha no lineal a las 3 h.
El brazalete está muy bien integrado con la caja. Además, dispone del cierre desplegable patentado que asemeja al de los cinturones de seguridad de los aviones. Por otra parte también se ofrece una correa de piel negra perforada.
Este modelo no es una edición limitada, pero sí que se presenta en un lujoso estuche. Su precio es de 6.900 euros con brazalete de titanio y de 6.500 con correa de piel.
Fotos: Oris